Hola a todos.
Hoy me encantaría compartir con vosotros un libro que seguro que os va a encantar: Fluir de Mihaly Csikszentmihalyi.
Ya os habéis dado cuenta. Es tan complicado leer su nombre, como escribirlo.
Una teoría nacida desde la Psicología
Mihaly Csikszentmihalyi es psicólogo nacido en Croacia, aunque ha desarrollado su carrera en los Estados Unidos. Su interés se dirige principalmente a la psicología positiva, la creatividad y otros aspectos similares, donde ha publicado gran cantidad de estudios, artículos y libros. Es el creador de la teoría del Flujo de las experiencias óptimas, que lo convirtió en uno de los expertos más reconocidos en la materia. Este libro es su obra más conocida, traducido a varios idiomas y que concentra las ideas centrales de su teoría.
Definiendo la felicidad.
Desde las más remotas épocas los humanos se han esforzado por ser felices. Pero definir qué es la felicidad ha resultado uno de los temas más complejos de toda nuestra existencia. Desde Aristóteles hasta los pensadores modernos muchos han deseado definir qué es la felicidad, y aunque llevamos más de dos mil años analizando el tema parece que no ha habido mayores avances.
El autor del libro aborda el tema desde la óptica de las teorías psicológicas modernas, y concluye que la felicidad no es algo que se alcance sino más bien un estado que se transita, más relacionado con la interpretación que cada uno hace del mundo que con los eventos externos que le ocurren.
La felicidad es un estado vital que se experimenta cuando las personas se concentran en cuerpo y mente en un objetivo que les parece que vale la pena. Las experiencias que logran sintonizar a las personas con ese sentimiento de felicidad son denominadas por el autor como experiencias óptimas y se analizan a lo largo del mismo.
La conciencia juega un rol importante.
A lo largo de la historia muchas corrientes filosóficas, religiosas y sociales han valorado el autocontrol y el dominio sobre la propia conciencia como valores supremos. Independientemente de las diferencias culturales que estas corrientes puedan tener, es evidente que el dominio de la propia conciencia se relaciona con alcanzar una vida más feliz.
Desde el punto de vista fisiológico, la conciencia viene a ser la expresión de las experiencias internas y externas de los individuos, que le permite analizarlas y actuar en consecuencia. De la información que tiene la conciencia se deriva la intención, que en el modelo de este autor representa la forma como la persona expresa su capacidad de hacer algo. Por supuesto, la conciencia estará saturada de información si no se pone un coto a lo que se puede manejar desde un punto de vista fisiológico. Quienes dominan a voluntad su conciencia son capaces de concentrar su atención de forma que no malgastan su energía psíquica. Una conciencia desorganizada perderá mucho tiempo y no estará capacitada para contribuir a la felicidad de la persona.
Finalmente enfatiza el concepto de personalidad, donde se resume todo lo que ha pasado por la conciencia y está moldeada por las informaciones y la experiencia. Poder concentrarnos en una meta hasta el límite, nos permite disfrutar al máximo de cualquier actividad.
El disfrute y la calidad de vida van de la mano.
La felicidad de las personas está relacionada con su capacidad para disfrutar algunas actividades y con la calidad de vida entendida como la manera en la que te sientes con lo que sucede a tu alrededor.
Para que una experiencia sea óptima, es decir que se pueda disfrutar, debe cumplir algunas características según los estudios del autor y sus colaboradores:
- tiene que ser desafiante,
- permite combinar la conciencia con la acción,
- tiene metas claras,
- nos brinda retroalimentación,
- nos interesa hasta el punto de que nos concentramos en la misma,
- ejercemos control sobre nuestras acciones,
- nos abstraemos de nuestra propia personalidad
- y por último, nos altera el sentido del paso del tiempo (haciendo que nos parezca muy corto o muy largo, depende).
Las experiencias óptimas además son autotélicas, es decir que tienen un objetivo en sí mismas y su realización ya representa un logro. Sembrar un huerto para beneficiarnos de la cosecha no es autotélico. Sembrar por el disfrute del trabajo manual en el campo, sí lo es.
Significado etimológico de autotélica…auto (uno mismo) y telos (finalidad).
Creando flujo.
Hay actividades que generan flujo en el sentido descrito en el libro. Han sido diseñadas para el disfrute de quienes las realizan, como por ejemplo los juegos, la música, el baile. Son actividades placenteras por si mismas, autotélicas.
Por ejemplo los juegos incluyen tres aspectos que llevan la experiencia óptima al límite: permiten competir, lo que estimula el potencial de cada participante, incluyen el azar que implica el deseo de controlar el futuro y lo desconocido, y gracias a que se puede imitar a otros se crea la ilusión de estar más allá de nuestra propia realidad. Las religiones también han sido y son una fuente de flujo, desde el inicio han estado pensadas para proveer experiencias placenteras a las personas y esto precisamente es lo que permite tener experiencias óptimas.
Toda persona puede mejorar su capacidad de convertir una experiencia común en una experiencia óptima, pero existen personas con facilidad natural para generar flujo. También la familia y su dinámica tienen mucho peso en este sentido, ya que pueden crear un ambiente que promueva experiencias óptimas.
Nuestro cuerpo como fuente de flujo.
Ya que hablamos de experiencias óptimas, el autor hace un recuento de las muchas y variadas maneras como se puede crear flujo con nuestro cuerpo. Por supuesto, actividades como la danza, la actuación, el baile y los deportes son por excelencia grandes fuentes de creación de flujo, ya que para eso han sido diseñadas y cumplen con todas las características descritas anteriormente sobre concentración, objetivos, etc. Otros ejemplos que también concuerdan con los hallazgos del autor y su equipo son las actividades de origen oriental como las artes marciales y el yoga.
Por supuesto una de las fuentes de placer más intenso físicamente para los humanos (y casi cualquier otra especie) es el sexo. Y no solo la actividad sexual básica que tiene un trasfondo evolutivo interesado en asegurar la perpetuación de la especie, sino que hay otras fuentes de flujo como el erotismo, el amor y cariño recíproco, la sexualidad plena.
Los sentidos también juegan un importante rol en la generación de flujo y el libro aporta ejemplos sobre experiencias óptimas a través de la vista y el oído.
El turno de la mente.
Si las actividades del cuerpo pueden generar flujo, las de la mente son por excelencia fuentes de experiencias óptimas si nos hemos preparado para ello. Actividades como la lectura pueden ser de las más placenteras que se puedan imaginar, al menos para quienes saben aprovecharla. Las ciencias, la creatividad, muchas vertientes del arte, los conocimientos históricos, literarios o geográficos elevan la mente a niveles difícilmente imaginables para quienes no se han cultivado en estas áreas.
La memoria juega por supuesto un papel central en la creación de flujo mental, y su ejercicio y preparación deben ir de la mano de la capacidad para generar modelos, utilizar de forma coherente y útil la información, o resolver problemas.
Hasta el simple hecho de “jugar con las ideas” puede ser una actividad profundamente placentera.
El trabajo también es importante.
Ya sabes que si disfrutas lo que haces, tu trabajo deja de ser una obligación y se convierte en un placer. Por supuesto el autor asegura que la mayoría de las personas no desarrollan este potencial, ya que es común que las personas se concentren en los aspectos negativos.
Si el trabajo no está diseñado para generar flujo, en lugar de convertirse en una experiencia óptima terminará absorbiendo energía psíquica, no aportando sino restando.
Los estudios que desarrolló y consultó el autor, muestran que en muchos casos, las personas consiguen generar flujo en sus trabajos, obteniendo así muchas de sus mejores experiencias. Sin embargo, la mayoría prefiere menos trabajo y más ocio. Lo paradójico según el autor es que en las actividades de ocio hoy día la motivación es baja y tampoco son generadoras de flujo.
Flujo solo y/o acompañado.
La soledad no es el estado natural más común ni el que prefieren las personas. Y sin embargo estudios afirman que las personas normales pasan en soledad hasta un tercio del tiempo en que suelen estar despiertos.
Que la soledad no sea el estado preferido de la mayoría no implica que seamos incapaces de generar flujo en estas circunstancias. Al contrario si nos preparamos para ello la soledad puede ser sumamente estimulante en lo intelectual, y una gran fuente de flujo.
Pero es en las relaciones con las otras personas donde también se pueden desarrollar muchas de las experiencias óptimas más impactantes, aunque también es cierto y lo menciona el autor que muchas de las peores experiencias que narran las personas tienen que ver con las relaciones con los demás.
Por ello, aprender desde pequeños a aprovechar las ventajas tanto de la soledad como de la compañía para generar flujo, será una de las mejores maneras de vivir, mejorando nuestra respuesta a los desafíos del entorno y elevando nuestra calidad de vida.
Sobreponerse a las vicisitudes.
Por supuesto que la tesis planteada en el libro en ningún momento pretende que las personas crean que alcanzar la felicidad es sencillo. Recordemos que la felicidad no es un sitio ni estado estático sino más bien una manera de responder a los desafíos del entorno, expresada en experiencias óptimas.
Quienes puedan enfrentarse a las vicisitudes y generar flujo serán quienes puedan ser felices porque se desarrollarán plenamente. Transformarán su entorno quienes puedan hacer gala de una autoconfianza natural para discernir su punto de vista del de los demás, se concentran en el mundo más que en ellos mismos, y están en búsqueda de nuevas soluciones que eleven su calidad de vida.
Buscando un significado.
Cierra el autor este libro explicando que si creamos significado, estaremos disminuyendo el desorden mental y psíquico que nos impide transitar con el flujo de la felicidad.
Este significado podrá variar en las diferentes culturas, pero en general todas compartirán al menos la capacidad de generar flujo. Y es la generación de flujo lo que comparten las personas a todo lo largo y ancho del mundo. Y como es una teoría que está respaldada por años de estudios y documentación, vale la pena seguir profundizando en ella para convertir todas nuestras experiencias en experiencias óptimas en nuestro recorrido de la felicidad.
Bueno, espero que os haya gustado este post sobre el libro Fluir de Mihaly Csikszentmihalyi y si es así, nos encantaría que lo compartierais en vuestras redes sociales.
Muchas gracias a todos por seguirnos.
Hasta pronto!!
Felices proyectos!!
Buen argumento, es una aplicación del dinamismo de la energía psíquica en actividades cotidianas, exalta la búsqueda del sentido de nuestras vidas, feliz día.
Gracias por tu comentario Maribel. Lo más importante es precisamente encontrar el sentido de nuestra vida. Esa es la clave para ser felices.
Saludos
Marivi